Vestido Blanco
El color
y el diseño de un vestido de novia en la antigüedad en nada se le asemeja al
que conocemos hoy en día.
Hace
bastantes años atrás, en Roma las novias se casaban con la misma túnica
blanca que usaban a diario, aunque usaban un velo color púrpura adornado con
una corona de flores.
En
época de los lombardos (pueblo germánico originario del Norte de Europa), las
novias se vestían con una túnica negra larga, con un manto rojo.
Durante
la Edad Media, las novias se ponían vestidos rojos con decoraciones doradas,
que representaban la realeza y el poder, mientras que en el Renacimiento el
color no era tan importante, pero si que este fuera bordado con piedras
preciosas, perlas y diamantes.
Entre
los griegos allá por el siglo IV a C. el vestido era de color amarillo,
alrededor de los años 1700 se usaban mucho los colores pastel.
Y aún
más oscuro, la novias islamicas usan túnica negra como señal de pureza.
El
vestido de novia paso a ser blanco a partir de las bodas europeas, cuando en
la ceremonia nupcial de la Reina Victoria de Inglaterra en 1840, lució un
impactante vestido blanco que marco la tendencia manteniéndose en la
actualidad.
El
color blanco es elegido porque expresa paz, felicidad, pureza e inocencia; la
gloria y la inmortalidad.
Hoy
además de blanco, el tono del vestido puede variar entre color crema, marfil
o champagne.
Es de
color blanco al igual que el vestido, significa el retiro de la vida
exterior, la virginidad, la modestia, la inocencia y la virtud de la novia.
Antiguamente
se usaba para proteger la pureza de la novia de las influencias externas.
En las
culturas de oriente, el velo ocultaba la cara de la novia al novio, quien
después de la ceremonia lo levantaba, pudiendo ver por primera vez el rostro
de su esposa .
Hace
4.000 años, los velos los llevaron durante toda su vida las mujeres de
Oriente que eran solteras como señal de modestia, y las casadas como signo de
sumisión a sus esposos.
En los
países musulmanes, a la mujer se le exigía taparse la cabeza y parte del
rostro cada vez que salía de su casa. Con el tiempo, estas reglas elaboradas
por hombres se hicieron más estrictas, y sólo se permitió que los ojos de la
mujer quedaran al descubierto.
En los
países de la Europa septentrional, sólo llevaban velos las mujeres que habían
sido secuestradas por sus maridos.
Entre
los griegos y los romanos, durante el siglo IV antes de Cristo, los velos
largos y translúcidos estaban de moda para las bodas; el color del velo era
de un amarillo intenso que cubría su rostro. De hecho, el velo nupcial era
tan largo que llegaba hasta los pies por lo que se impuso al traje de novia
durante siglos y a su vez, el velo facial acabó por imponerse al primero.
Durante
la Edad Media, el color dejó de ser un factor esencial y la importancia se
atribuyó a la riqueza de la tela y de los adornos.
Finalmente
en Inglaterra y Francia el velo se tornó blanco, un color que a finales del
siglo XVIII era ya de común aceptación.
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fuente:
http://www.amor.com.mx/origen_y_significado_del_vestido_y_velo_de_novia.htm
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